En este tercer número seguiremos hablando del dolor. En los números anteriores les platicamos cómo se identifica y cuándo el dolor agudo puede estar presente, afectando gravemente a nuestras mascotas.

Hoy hablaremos del dolor crónico que si bien en muchas ocasiones puede estar asociado a la edad, también puede derivarse de traumas, infecciones o factores genéticos, artritis o cáncer. Las causas son muy diversas, incluso no estar realmente claras pero es totalmente factible ofrecerles alivio parcial o total a nuestras mascotas, para mejorar su calidad de vida.
La sensibilidad animal se refiere a la capacidad de los animales para sentir emociones positivas y negativas, respecto a los estímulos que reciben en el día a día. Cuando nuestra mascota atraviesa por una circunstancia de salud como la que planteamos, los factores ambientales y psicológicos pueden contribuir a que el dolor crónico se exacerbe y nuestra mascota genere asociaciones entre malestar –emoción negativa– y componentes de su entorno.

Su dolor entonces se combina con incomodidad emocional y estrés generalizado por tiempos prolongados, su conducta y carácter habituales lógicamente cambiarán. Las observaciones fisiológicas y médicas o de comportamiento, muestran que los animales experimentan el aspecto sensorial del dolor, también el desagrado, la aversión y las emociones negativas asociadas a esa experiencia. Tu mascota no se siente bien todo el tiempo. Su comportamiento, reacciones y socialización en general pueden verse seriamente afectados.

El médico veterinario, tiene el deber profesional y ético de encontrar soluciones que mitiguen el dolor en sus pacientes, al momento mismo de detectar esta situación clínica. Una de nuestras responsabilidades con los pacientes, es orientar a sus tutores a conocer cada padecimiento en su mascota, enseñarle a leer sus señales de malestar y puedan actuar oportunamente.

Es importante tener en cuenta los siguientes principios:

  • El dolor se puede reconocer y manejar de manera efectiva en la mayoría de los casos.
  • Siempre se debe considerar la analgesia preventiva y multimodal.
  • El dolor perioperatorio puede extenderse por varios días y debe manejarse en consecuencia, incluido el manejo del dolor en casa.
  • La percepción del dolor está influenciada por numerosos factores internos y externos, incluido el entorno social y físico.
  • El tratamiento del dolor siempre debe incluir terapias farmacológicas y no farmacológicas.

Hemos observado que muchos pacientes requieren de atención relacionada al dolor, siendo los padecimientos más comunes en pacientes gerontes con padecimientos crónico-degenerativos en articulaciones, cáncer, heridas mal atendidas entre otras.

Es así que las alternativas para tratarlos, deben ser ajustadas específicamente a cada paciente, por lo que te recomendamos que si observas signos relacionados al dolor, acudas rápidamente con tu médico veterinario para dar seguimiento a tu mascota.